Hacia el año 512 a C el rey Darío I el Grande emprendió la construcción de este masivo complejo palaciego, ampliado posteriormente por su hijo Jerjes I y su nieto Artajerjes I. Hoy en día, las majestuosas ruinas de Persepolis, crisol de estilos mesopotámico, egipcio y griego, atestiguan el esplendor que llegó a alcanzar el Imperio Persa aqueménida, el más poderoso y extenso de su época. Persepolis (Irán) fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
La primera capital del Imperio Persa aqueménida fue Pasargadas, pero hacia el 512 a C el rey Darío I el Grande emprendió la construcción de este masivo complejo palaciego, ampliado posteriormente por su hijo Jerjes I y su nieto Artajerjes I. Mientras las capitales administrativas de los reyes aqueménidas fueron Susa, Ecbatana y Babilonia, la ciudadela de Persepolis mantuvo la función de capital ceremonial, donde se celebraban las fiestas de Año Nuevo. Construida en una región remota y montañosa, Persepolis era una residencia real poco conveniente, y era visitada principalmente en primavera.
En el 330 a C, Alejandro Magno, en su campaña de Oriente, ocupó y saqueó Persepolis, incendiando el Palacio de Jerjes, para simbolizar quizá el fin de la guerra panhelénica de revancha hacia los persas.
En el 316 a C, Persepolis era todavía la capital de Persis, una provincia del nuevo imperio macedónico. La ciudad decayó gradualmente durante el periodo seléucida y posterior. En el siglo III d C, la cercana ciudad de Istakhr se convirtió en centro del imperio sasánida.
- Jerjes I (485-465 a C)
- Artajerjes I (464-425 a C)
En persa, actualmente: Takht-é Jamshid o Trono de Jamshid, haciendo referencia a un rey mítico de la antigua Persia. Antaño su nombre original era Parsa.
El nombre griego de Persepolis o Ciudad de los Persas data de fechas posteriores a su saqueo.
Emplazamiento
En una plataforma de roca natural, de unos 300 x 500 m, adosada a una ladera del Küh-é Rahmat (Monte de la Misericordia). A unos 50 km al nordeste de la ciudad de Shiraz, provincia de Fars (centro de los imperios aqueménida y sasánida), al sudoeste de Irán.
Los otros tres lados de la plataforma cuadrangular que sirve de base a Persepolis están compuestos por un muro de contención de sillares ciclópeos, variando de altura siguiendo la inclinación de la ladera de 4 a 14 metros).
En el lado Oeste una majestuosa doble escalera de 111 peldaños da acceso a la terraza, sobre la que se levantan las ruinas de varios edificios colosales, dispuestos ortogonalmente, construidos todos en una piedra gris oscura procedente del monte vecino, a menudo pulimentada hasta alcanzar la textura del mármol. Los sillares, de gran tamaño y cortados con la máxima precisión, fueron colocados sin mortero o argamasa, y muchos de ellos permanecen todavía in situ. Los palacios incorporaron elementos arquitectónicos procedentes de diversas tradiciones: meda, mesopotámica, griega y egipcia.
La mayor parte de la ciudadela de Persepolis fue excavada por el Instituto Oriental de Chicago en los años 30, y posteriormente por el Servicio Iraní de Arqueología.
Principales edificaciones
- Gran Escalera de Entrada
- Puerta de las Naciones, o de Jerjes
- Apadana o Salón de Audiencias de Darío I, con 36 altas columnas
- Escalinatas de acceso a la Apadana, con relieves del Desfile de las Naciones y de los Diez Mil Inmortales, así como combates de León y Toro
- Salón del Trono de Jerjes o de las Cien Columnas, rodeado de pórticos monolíticos con relieves en el intradós de luchas entre un héroe real y un Toro, un León o un monstruo mitológico alado
- Palacio de Darío
- Palacios de Jerjes y Artajerjes (vestigios)
- Tripylon o Sala Central de los Tres Pórticos
- Casa del Tesoro de Darío
- Museo
- Tumbas rupestres de Artajerjes II y III excavadas en el monte Küh-é Rahmat
Es increíble conocer como un imperio de muchísimos años atrás dejo un gran legado a la humanidad y aun mejor que a través de su legado pudiéramos tratar de identificar su historia.
Estilo artístico
En el florecimiento de la arquitectura aqueménida que se produjo en Persepolis es evidente la influencia de la tradicional arquitectura elamita, hegemónica en el II milenio a C, cuyo carácter auténtico no se ha individualizado hasta fechas recientes gracias al hallazgo del ziggurat y el complejo de templos de Choga Zambil (Irán, cerca de Susa).
Es también muy perceptible en Persepolis la influencia del arte griego, dado que Darío, al regreso de la guerra en el Egeo, se llevó consigo gran número de artesanos griegos.
El leit-motiv artístico persa aqueménida eran las tallas en piedra. Éstas se diferencian de las de Asiria, donde los relieves se usaban como decoración interior y tenían un contenido narrativo. En Persepolis entran a formar parte de la decoración exterior de los muros, lo que explica la ocasional monotonía de sus temas procesionales. El bajorrelieve plano y detallado de los grabados asirios dieron paso al sutil modelado de Persepolis, que recordaba el trabajo de los forjadores. Los ropajes sugerían, a la manera griega, las formas del cuerpo humano a través de las telas, y se daba un tratamiento más plástico de los temas humanos y animales, aumentando el efecto tridimensional de todos los relieves.