¿Por qué
fueron 10 mandamientos? Es lo primero que me pregunto después de la clase del
Lic. Marvin Aguilar, y ahora con un poco de investigación en la web puedo
llegar a la siguiente conclusión de todo esto.
La tradición
bíblica explica que los Diez Mandamientos fueron escritos por Dios mismo en las
tablas de piedra, como se indica en el Éxodo: "Y Jehová dijo a Moisés:
Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas
las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste", ya que las
primeras también fueron escritas por Dios: "Y dio a Moisés, cuando acabó
de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra
escritas con el dedo de Dios" (Éx 34:1). Sin embargo, todo hace suponer
que fue Moisés el que grabó el decálogo en las tablas durante su estancia en lo
alto del monte Sinaí (cuarenta días y cuarenta noches).Más de alguna vez se nos
ha dicho que debemos de agradar al señor nuestro Dios.
Cumpliendo
los diez mandamientos que dejó en las rocas por medio de Moisés. ¿Pero…
Qué pasaría
si de pronto viene alguien y nos dice que los diez mandamientos que Moisés
inmortalizó en unas rocas por miles de años, no son tan auténticos como se
cree?, que cabe la posibilidad que son solo una extensión de una potente y rica
cultura egipcia. El Libro de los Muertos es el nombre moderno de un texto
funerario del Antiguo Egipto, utilizado desde el comienzo del Imperio Nuevo
(hacia el 1.550 a. C.) hasta el 50 a. C. este libro servía de guía para los
muertos que querían llegar al paraíso, en él encontraban la clave para hacerlo
por medio de conjuros que les ayudarían a enfrentar los demonios que los
estaban esperando a lo largo de la travesía. El libro tiene una parte que en la
actualidad genera conflictos entre creyentes y no creyentes, porque en esa
parte aparecen casi todos los mandamientos que conocemos, excepto el de amar a
un solo dios. Por eso surge la interrogante ¿si los diez mandamientos de Dios,
son solo una réplica creada por Moisés quien los copió mientras vivió en Egipto?
Puede ser…
porque
Moisés nació
en Ur de los caldeos, en Caldea, la zona al sur-este de la región de
Mesopotamia, se educó rodeado de la cultura caldeo-asiria, vivió toda su infancia
hasta los 40 años en Egipto, bajo la protección de la hija de Ramsés II. Es
normal que estuviera influenciado por su cultura y tradiciones, y que tuviera
acceso a doctrinas relacionadas con los entierros de la cultura egipcia.
Obteniendo posiblemente de esta manera acceso al libro de los muertos y
posteriormente creando una réplica de los mandamientos que en este libro
yacían. Menciono esto porque existen coincidencias entre la biblia y este
polémico libro. En el capítulo CXXV del Libro de los Muertos (Papiro de Aní)
por ejemplo, se incluye una lista de juramentos para alcanzar la vida después
de la muerte. Estas declaraciones juradas son confesiones negativas, que
llevan implícito el mandato de los dioses egipcios a llevar una vida recta;
algunas de estas confesiones se asemejan a mandamientos del decálogo israelita.
Acá presento algunas semejanzas:
Cap. CXXV
del Libro de los Muertos
El papiro de Ani, del Museo Británico - E.A.Wallis Budge |
Éxodo, 20:1-17, 34:28, Deuteronomio 5:6 21 y
10:4
|
“En
verdad, vine a ti y te traigo la Justicia y la Verdad. Por ti rechace la
iniquidad”.
-“No herí a hombre alguno, ni hice daño a las bestias”. -“No cometí delito en el lugar de la Justicia y la Verdad”. -“No conocí mal: No actué perversamente”. -“Cada día trabajé más de lo que se me pedía”. -“Mi nombre no llegó a la barca del príncipe”. -“No desprecié a Dios”. -“No causé aflicción, ni ejercí aflicción”. -“No hice lo que Dios abomina”. -“No hice que su amo obrara mal con su siervo”. -“A nadie le hice sentir dolor”. -“A ningún hombre hice llorar”. -“No cometí homicidio; ni jamás ordene a nadie que matara por mí”. -“No perjudique a la gente”. -“No hurte lo ofrendado en los templos; ni robé las tortas de los dioses”. -“No me llevé las ofrendas efectuadas a los bienaventurados difuntos”. -“No forniqué, ni mancillé mi cuerpo”. -“Ni acrecenté, ni disminuí las ofrendas debidas”. -“No robé de los huertos; ni pisoteé los campos”. -“No hice agregados al peso de la balanza; ni aligeré el peso de los platillos”. -“No quité la leche de la boca del infante”. -“No aparté el ganado de sus apacentaderos”. -“No tendí trampas al ave acuática de los dioses”. -“No pesqué peces con carnada de sus propios cuerpos”. -“No hice regresar el agua en su marea alta” -“No interrumpí el cauce del agua corriente”. -“No extinguí la llama en su plenitud”. -“No descuidé las estaciones para las ofrendas asignadas”. -“No alejé el ganado separado para el sacrificio”. -“No impedí las procesiones del dios.
Soy puro.
Soy Puro”
|
-“No
tendrás otros dioses delante de mí”.
-“No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas”. -“No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto; porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos”. -“No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano”. -“ Acuérdate del séptimo día para santificarlo”. –“ Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus ciudades. Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró santo. -“Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da”. -“No matarás ”. -“No cometerás adulterio”. -“No robarás ”. -“No darás falso testimonio contra tu prójimo”. –“No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. |
Ahora solo nos queda pensar a todos los que nos estamos
dando cuenta de todo esto sí, somos felices en lo que creemos o queremos tomarnos más riesgos y seguir escudriñando
mas allá de lo que nos dicen.
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